Una vez pasado el duro e intenso trabajo de parto y después de 9 largos meses de embarazo, lo más natural es que estés dividida en dos emociones muy fuertes. Por una parte, seguro que estás feliz y reluciente disfrutando de, por fin, tener en brazos a tu bebé. Pero sin ninguna duda, también estarás agotada y con unas ganas de descansar terribles. Y no solo eso, comienzas una nueva etapa, no solo como madre, sino la del postparto, con sus respectivas fases, como la de la hinchazón en los pies.

En la gestación, las venas, sobre todo las de los miembros inferiores, son sometidas a mayor presión y es probable que acaben dilatándose. Las causas son varias; primeramente, los cambios hormonales van a favorecer un menor tono de los vasos, facilitando la dilatación de los mismos, sobre todo en las piernas. A esta acción hay que sumar la del mayor volumen sanguíneo circulatorio, retención de líquidos y la dificultad que supone un útero que conforme avanza el embarazo aumenta de volumen y peso, comprimiendo la zona baja del abdomen y por tanto dificultando la circulación de retorno de los miembros inferiores.

Si además eres propensa a las varices o si ya las tenías anteriormente, el proceso de insuficiencia venosa se verá seguramente aumentado. Sin embargo, es una alteración completamente normal, antes y después del parto, y sucede sobre todo cuando el nacimiento del bebé ha sido mediante cesárea. También es muy frecuente en partos inducidos en los que se usa dosis altas de oxitocina sintética para provocar las contracciones.

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D. R.

Si las varicosidades son leves o muy superficiales, al terminar la gestación y pasadas unas semanas, poco a poco tus piernas irán recuperando su aspecto anterior. Intenta no estar de pie parada mucho tiempo. Si te sientas es conveniente poner las piernas en alto, hazlo siempre que sea posible. Aun así, debes saber que este proceso será lento y que el hinchazón tardará en desaparecer.

Deberías saber

Aparte de las causas mencionadas anteriormente, también hay una serie de cuestiones que pueden provocar la hinchazón, como por ejemplo el aumento de peso. Durante el proceso de gestación es completamente normal que se aumente de peso y de volumen corporal. Sin embargo, es necesario mantener una dieta equilibrada durante el embarazo para que este aumento no sea demasiado, ya que esto, entre otra cosas, favorece la hinchazón de los pies. Una dieta postparto adecuada también te ayudara a que este problema se disuelva más rápidamente. En este sentido, evita usar demasiada sal al cocinar, ya que hace que se retengan más líquidos en el organismo. Los líquidos que no se eliminan se acumulan y pueden producir edemas.

Hacer ejercicio físico y evitar el sedentarismo también te ayudaran a superar este problema. Pero ten cuidado, no todos los tipos de deporte son aptos para esta época en la que te encuentras. Hay algunos ejercicios que son especialmente útiles para recuperar tu peso ideal tras el parto.

Las duchas de agua fresca, empezando por los pies y subiendo hasta los muslos también son útiles; al igual que ejercitar las piernas y los tobillos. Las medias de descanso, al tener zonas de diferente compresión, también ayudan.

También se puede recurrir a medicación que mejore el retorno venoso, bien sea de aplicación tópica u oral. Pero esto último es mejor que lo valore tu médico, que te indicará la mejor solución.