Dependiendo de si es el primogénito, el mediano o el pequeño, su carácter será diferente y, del mismo modo, la forma de la que has de tratarle.
PRIMOGÉNITO
Así suele ser:
Obediente, ambicioso, responsable, celoso, algo inseguro, altruista. Le va lo intelectual, organizar y ser el líder.
Cómo tratarle:
Necesita la aprobación de sus padres para confiar más en sí mismo y asegurarse de que le siguen queriendo.
MEDIANO
Así suele ser:
Independiente, rebelde, sociable, ávido de saber, buen negociador. Le gustan los grupos, los deportes y las artes.
Cómo tratarle:
Conviene prestarle más atención, porque no recibe ni los elogios del primogénito ni los mimos del pequeño.
PEQUEÑO
Así suele ser:
Espontáneo, alegre, emprendedor, tozudo, fogoso y creativo. Su curiosidad puede llevarle a ser temerario.
Cómo tratarle:
Hay que dejarle demostrar que puede valerse por sí mismo, porque suele ser el protegido de todos.