Cuando nos planteamos el menú diario de nuestros hijos podemos cometer el error de pensar únicamente en el desayuno, la comida y la cena, olvidando la merienda.
Sin embargo, según los expertos la meriendaes parte esencial de una alimentación sana y por eso debemos cuidar su composición con el mismo interés que dedicamos a las tres comidas principales.
Esta afirmación es especialmente importante en el caso de los niños, debido al elevado gasto de energía que suponen sus juegos y actividades y a que su sistema digestivo, aún inmaduro, no está preparado para pasar muchas horas seguidas sin comer.
Al preparar la merienda de tu hijo recuerda que debe aportarle el 15% de las calorías que necesita al día.
Para que sea realmente beneficiosa dásela hacia las cinco de la tarde (así llegará a la noche con hambre), ten en cuenta lo que ha comido y lo que va a cenar (para complementar los nutrientes) y haz que sea variada (para que no se aburra de merendar siempre lo mismo).
Buenas ideas para merendar
Te proponemos ideas sanas y nutritivas que le encantarán, pero ten presente que están pensadas para niños a partir de 16 o 18 meses y que hay que variarlas.
- Un vaso de leche con un trozo de bizcocho casero.
- Un plátano en trocitos y unos cuantos taquitos de queso de Burgos o de otro queso suave.
- Una cuajada y una rodaja de piña.
- Un vaso de leche con cacao en polvo acompañado por una tostada (con mermelada de frutas o con un chorrito de aceite de oliva).
- Un sándwich de queso con mermelada.
- Un batido casero de frutas acompañado por una magdalena casera.
- Varias lonchas de pavo junto con unas rodajitas de tomate.
- Un tazón de yogur con cereales de los de desayuno.
- Una rebanada de pan con un chorrito de aceite de oliva y una loncha de jamón serrano.
- Un flan de huevo o un plato de natillas caseras.
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