Via oftálmica
Ladea la cabeza del niño al aplicar el colirio. Las pomadas oculares, que pueden provocar visión borrosa momentánea, deben aplicarse siempre después de los colirios.
Con uno y otra, evita que el aplicador toque el ojo. Para limpiar los restos, emplea una gasa para cada ojo.
Gotas óticas
Limpia primero el oído con suero fisiológico y una gasa. Frota el envase para que las gotas no estén frías. Al aplicarlas, intenta que el niño permanezca con la cabeza ladeada e inmóvil durante unos minutos para que el medicamento haga efecto.
Vía percutánea
La piel del niño tiene una capacidad de absorción mayor que la del adulto. Por eso, a la hora de aplicar cremas y pomadas hay que seguir siempre las recomendaciones indicadas por el pediatra o el farmacéutico para evitar reacciones dérmicas o intoxicaciones.