Ser padre primerizo es toda una carrera de obstáculos, pues empezar a cuidar a la criatura que acaba de llegar a tu vida es muy complicado y está lleno de dudas, como por ejemplo, cuándo dar de beber agua a tu bebé por primera vez o los cambios en el tono de piel del recién nacido. Muchas de estas dudas están causadas por las historias que durante toda nuestra vida hemos escuchado a otros padres sobre lo que debe o no debe hacer un bebé.

Una de las principales preocupaciones de cualquier madre o padre es que el bebé no duerma, sobre todo porque este proceso natural es fundamental para recuperar energías. Al igual que los adultos, el bebé recién nacido necesita dormir, quizá mucho más que sus padres, para reponer energías, adaptarse al mundo, madurar y crecer. Por eso, aunque lo habitual es escuchar historias de padres desesperados porque su bebé no duerme lo suficiente para que a ellos les de tiempo a descansar, que no te extrañe que el tuyo se pase mucho tiempo durmiendo, se despierte para mamar cada 2-4 horas y vuelva a dormirse. Lo necesita y le beneficia.

¿Cuántas horas es normal que duerma un recién nacido?

"Los bebés no distinguen el día de la noche, y al igual que lo hacían dentro del útero materno, duermen siestas a lo largo de las 24 horas indistintamente. Como media podemos decir que, a la semana de vida, un bebé puede llegar a dormir unas 20 horas diarias, y entre 15 y 18 horas al día a las seis semanas de vida. Es la gran parte del día, pero a medida que vaya creciendo y necesite conocer más los estímulos que provienen de su entorno, se irán acortando las horas de sueño durante el día", explica el Dr. José Enrique Sánchez Martínez, pediatra y neonatólogo del Hospital Vithas Málaga.

Conoce al experto: el Dr. José Enrique Sánchez Martínez es pediatra y neonatólogo del Hospital Vithas Málaga. Subespecializado en Neonatología y con especial dedicación a los cuidados intensivos neonatales, pediatría hospitalaria y seguimiento en consultas externas. También es asesor de lactancia materna y tiene conocimientos y amplia experiencia como instructor de RCP pediátrica y neonatal, formación en Banco de Leche Materna y transporte de pacientes crítico pediátrico y neonatal.

En esta misma idea incide la Dra. Cristina Cordero Castro, Especialista en Neuropediatría, Directora del servicio de Pediatría de Blue Healthcare y Coordinadora del grupo de Trabajo de Neurodesarrollo de la SENEP: "Los recién nacidos duermen una media de 16-18 horas al día, pudiendo llegar algunos de ellos a 20 horas diarias de sueño, así que, sí, empezaremos afirmando que es normal que un recién nacido pase casi todo el día durmiendo. Sin embargo, debemos saber que la distribución a lo largo del día no sigue un ritmo circadiano, es decir, no distinguen entre el día y la noche. Los recién nacidos se rigen por un ciclo que se repite cada 3 horas aproximadamente a lo largo del día, sin diferencias significativas entre el día y la noche, es lo que se denomina un ritmo ultradiano. Habitualmente en cada ciclo se alimentan, posteriormente tienen un periodo corto de alerta que denominamos vigilia tranquila y finalmente vuelven a necesitar dormir", explica la experta.

Conoce a la experta: La Dra. Cristina Cordero es una reputada neuróloga pediátrica, con formación específica y amplia experiencia en trastornos del neurodesarrollo. Gran parte de su labor está dirigida a la atención de pacientes con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, Trastorno del Espectro Autista (TEA), dificultades de aprendizaje, trastorno del sueño, cefalea y retrasos del desarrollo. En Septiembre de 2021 trasladó su programa de asistencia a la clínica Blue Healthcare donde dirige el Servicio de Pediatría además de la Unidad de Neuropediatría, apostando por una asistencia global, multidisciplinar y centrada en el paciente y su familia.

Dormir alimenta

bebé durmiendo plácidamente con los brazos levantados
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Durante el sueño, el organismo del bebé “trabaja” para reportarle importantes beneficios. Dormir le ayuda a adaptarse al mundo fuera del útero y le repone de la excitación que siente al estar despierto. El sueño contribuye al desarrollo de sus órganos, fortalece su sistema inmunitario y mejora su maduración cerebral. Además, mientras duerme su hipófisis segrega la hormona del crecimiento, ayudándole a ganar talla y peso, “alimentándole” de alguna manera y ayudándole a perder esa barriga hinchada y grande de los bebés.

Por todo ello, no es preciso que despiertes a tu bebé para darle la toma a una hora fija, puedes retrasarla un poco, su estómago le despertará cuando le entre hambre. Solo si ha nacido prematuro o con bajo peso, el pediatra te dirá que sí debes despertarle a su “hora de comer”, para prevenir una posible bajada de azúcar. No obstante, lo recomendable es que le dejes dormir ya que si pasa largos períodos de tiempo con los ojos cerrados puede estar en una de estas fases del desarrollo, siempre en función de su edad, claro:

  • Fase de crecimiento acelerado: algunos niños sufren brotes de crecimiento acelerado, lo que les lleva a tener períodos de sueños más intensos, ya que mientras duermen, crecen. Al estar en un período de desarrollo, su cuerpo necesita quemar más energía y si duerme la concentra solo en esta tarea. Por eso es muy importante que cuides de su alimentación, por ejemplo, preparando un puré de verduras sano y rico.
  • Fase de dentición: durante el período en el que a los bebés les salen los dientes estos suelen estar más inquietos y molestos durante el día. Como sus siestas son más ajetreadas y cortas, es normal que por la noche duerma más tiempo y más en profundidad. Para que el bebé no sufra tanto durante esta época de su vida puedes seguir estos consejos para aliviar el dolor de sus encías.

Otra de las razones por las que tu bebé podría estar durmiendo más de lo normal es que, quizá, tenga muchos estímulos durante el día, por ejemplo, por las muchas visitas de familiares que acuden a casa para conocerle. Esto puede provocar un gran cansancio al niño, ya que los estímulos exteriores para un bebé les hace gastar más energía que a los adultos.

¿Crecen los bebés mientras duermen?

Hemos hablado de la fase de crecimiento acelerado, pero ¿qué hay de cierto en esa idea de que los bebés crecen mientras duermen y cómo funciona ese proceso? "El crecimiento de los bebés está influido por varios factores, incluyendo la genética, la nutrición, el ambiente y otros aspectos de su salud y bienestar, entre los cuales se encuentra, por supuesto, un sueño suficiente y reparador. Para que un niño crezca de forma óptima debe estar sano y esto incluye un sueño adecuado. Por otro lado, sabemos que el crecimiento está relacionado con una hormona denominada hormona de crecimiento (GH). La hormona de crecimiento se libera en la sangre de forma pulsátil y preferentemente en las primeras horas de sueño. La GH, entre otras funciones, estimula el crecimiento de los huesos y la masa muscular. Sin embargo, el crecimiento de los bebés es un proceso muy complejo y continuo a lo largo del día y de la noche, que no solo depende de ese pico de GH, de manera que podemos decir que los bebés sí crecen mientras duermen, pero no solo mientras lo hacen", explica la Dra. Cordero.

Acuesta al bebé así

bebé dormida arropada
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Sus ciclos de sueño no son como los nuestros, pero se irán regulando. Para que esto ocurra puedes seguir estos consejos para conseguir crear una rutina de sueño que pueda adaptarse a la que también tienen los padres.

  • Por el día, acuéstale en una habitación en semipenumbra donde le lleguen los ruidos (no excesivos) de la casa. Juega con él cuando esté despierto.
  • Por la noche, en un dormitorio a oscuras y en silencio. Atiéndele en cuanto te reclame, pero en voz baja, con movimientos suaves y sin estimularle mucho.
  • Otra cuestión es que su dormitorio ha de estar ventilado y a una temperatura confortable, 22 ºC.
  • Y otra, muy importante, es que debe dormir boca arriba o de lado, nunca boca abajo, para prevenir el riesgo de muerte súbita.

Sus horas de sueño

bebé durmiendo boca abajo en una cuna
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Como indicaba antes el Doctor Sánchez, un bebé puede llegar a dormir alrededor de unas 20 horas diarias. Se podría hacer este cálculo aproximado:

PRIMERA SEMANA: Por término medio, el recién nacido duerme unas 17 horas diarias: 9 de ellas por la noche, con breves despertares nocturnos para mamar, y otras 8 durante el día, repartidas en cuatro siestas. Mientras duerme podría hacer algunos ruidos al respirar muy habituales en los recién nacidos.
DURANTE EL PRIMER MES:
Su sueño diario será de unas 16 horas: 9 por la noche (no seguidas) y 7 por el día, repartidas en 3 siestas.
SEGUNDO Y TERCER MES:
El bebé pasa dormido unas 15 horas al día: 10 por la noche y 5 por el día, repartidas en tres siestas.

Una idea práctica

bebé durmiendo de lado en una cuna
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Poner en su cuna un cojín antivuelco (los venden en tiendas de puericultura) hará que tu pequeño se sienta “encajado”, con la sensación de seguridad que tenía en el útero. Además, evitará que se dé la vuelta y se ponga boca abajo.

Y si tu bebé duerme regular o le cuesta conciliar el sueño, aquí tienes algunos problemas de sueño comunes en bebés y su posible solución.

¿Qué señales pueden ser de alarma?

Como hemos visto, los bebés duermen mucho y es necesario para su correcto desarrollo en todos los sentidos: "Cuando vemos que nuestro bebé se despierta muchas veces por la noche interrumpiendo su sueño, nos preguntamos si es normal y si estará descansando lo suficiente. La mayoría de las veces, la respuesta es sí. El recién nacido necesita despertarse muchas veces para alimentarse por las noches. Esto se explica, en parte, por el tamaño de su estómago, que al nacer es del tamaño de una canica o una cereza y necesita alimentarse con más frecuencia sin importar si es de día o de noche. Si el bebé es amamantado, las tomas nocturnas son muy útiles para favorecer la prolongación de la lactancia materna y ayudan al establecimiento del ritmo circadiano. Además de por la necesidad de alimento, el bebé también se despierta por una necesidad innata de contacto y protección de la madre, que le aporta confort y seguridad", sostiene el experto de Vithas.

Sin embargo, hay ciertas señales que nos pueden poner en alerta de que algo no va bien y que debemos consultar con un médico: "Signos de alarma pueden ser que el bebé tenga fiebre y esté muy dormido, que no se despierte para comer o que realice lo que se llaman apneas, es decir pausas en su respiración. Si esos síntomas aparecen es importante la valoración urgente por un pediatra", advierte el Dr. Sánchez.

En realidad no son las horas totales de sueño lo que debe preocuparnos, si no que el bebé pase adecuadamente por las fases de sueño que hemos mencionado antes: "Es decir, que sea capaz de despertarse para alimentarse, que se alimente de forma eficaz, y que tenga ese ratito despierto y tranquilo donde, además, a lo largo de las primeras semanas, empezará a desarrollar sus primeros hitos de desarrollo, como, por ejemplo, fijar la mirada e iniciar el seguimiento ocular. Si un bebé se alimenta, duerme y va mostrando pequeños progresos cuando está despierto, podemos estar tranquilos y disfrutar", argumenta la Dra. Cordero.

El sueño del bebé: un proceso cambiante que requiere adaptación

El sueño del bebé cambia a medida que éste va creciendo y se va adaptando a las rutinas del peque y a las necesidades de su desarrollo. Es muy habitual que los padres y madres, ante la falta de sueño, busquen trucos para dormir a un bebé y recurran a ayudas como el ruido blanco para dormir al bebé, por ejemplo, pero lo primordial es entender que el ciclo de sueño del bebé tiene que regularse y pasará por diferentes fases y etapas: "El hecho de que los bebes sólo alternen dos fases de sueño hace que se despierten a menudo, ya que al acabar las dos fases se despiertan para comer, para promover el contacto y el vínculo, y para evitar peligros (ellos no saben que no hay peligro y necesitan la seguridad de saber que sus cuidadores están cerca). Entre los tres y los seis meses empiezan a regularse los mecanismos de melatonina, cortisol y temperatura, el bebé comienza a organizar el sueño en función de los paseos, baños y la comida, y tarda menos en quedarse dormido. En esta etapa el sueño del bebé presenta despertares muy frecuentes, incluso más que cuando era un bebé recién nacido. Y esto sucede porque necesita adaptarse a las nuevas fases de sueño que van apareciendo. El sueño se vuelve más variable porque el bebé está practicando una nueva forma de sueño distinta a la de antes. Aunque a veces están de moda, por lo general podemos decir que no se necesitan métodos para enseñar a dormir. El sueño es un proceso natural que requiere de toda nuestra dedicación y paciencia, con todo el cariño de sus padres y atendiendo siempre a sus necesidades, el bebé irá adquiriendo a medida que crece un hábito de sueño cada vez más sólido y prolongado", argumenta el experto en pediatría y neonatología.